lunes, 16 de junio de 2014

     ...Y es que yo, amo la vida y amo el amor. 



     Soy un truhán, soy un señor, algo bohemio y 

                                  soñador...

Necesitaba escribiros para poder hacer terapia. ¡Que miedo he pasado! El sábado a las 4am aproximadamente, un ruido como si se tratase del fin de mundo, estalló en mis tímpanos. Luces de color blanquecino se colaban por las ventanas, entre las rendijas de las cortinas, y un incesante punteo no para de rebotar en el techo... ¡que miedo! estoy escribiéndolo y solo de recordarlo, me cuesta acertar la tecla con la uña... ¿Qué hacer en estos casos? Lo único que se me ocurrió: ¡SUBIR PITANDO A LA CAMA DE LOS PAPIS! Evidentemente entré maullando claro y alto: Miau, Miau.. para asegurarme que se despertaba mami. Y así fue. Lo primero que hizo al despertarse fue decir: ¡leches, como llueve! Y en seguida se acercó a mi, me acarició y me empezó a decir, ¿tienes miedo bonito mío? Y me levantó y me puso entre sus brazos. Yo os lo cuento y parece que sea mucho rato, pero todo paso en segundos. Pero ahí estaba, con mami acariciándome con su voz y su manita por mi cabeza. Y poco a poco, los ruidos de la calle y las luces se me antojaban cada vez más lejanas. Tan lejanas, que al final sucumbí a Morfeo, donde me encontré a Papi, que ni los ruidos más temibles le arrancan de sus garras.
Tube la sensación de que mami me dejaba a los pies de la cama, pero no recuerdo mucho más, hasta que a la hora como mucho, me desperté otra vez con los espantosos y ensordecedores ruidos. Y otra vez noté como el pánico me recorría las pantorrillas hasta llegarme al lomo, y hacer que se me erizase la espalda... Corrí de los pies otra vez a la cabeza de mami, pero esta vez utilice mi técnica de choque para despertarla. Es decir, darle cabezazos hasta que empieza a moverse... :P Esta vez su despertar no fue tan agradable dijo algo que no quiero repetir, por no ofenderos... pero imaginaros salían las palabras gatito, narices, pelotillas, y la pregunta siguiente: ¿y porque no lo despiertas a él?... Imaginad amig@s, lo que querías... Pero menuda decepción cogí, menuda deslenguada de mami tengo. Y encima con el miedo que tenía. Ya veo: empatía 0. :(
Total, que me salí con la mía, no os penséis. Y me volvió a coger mientras decía: entre los ruiditos del mensa, la lluvia y el gatito pelotero... aquí no duerme ni el tato. Yo aún no sé quien es el tato... pero bueno...
Al final creo que mami y yo nos dormimos. Tengo que deciros que de tantas veces despertarme, por mucho que me intenté desperezar en condiciones, me levanté echo polvo. Papi se levantó fresco como una lechuga, y cuando la deslenguada le dijo a papi, ¿has oído como llovía esta noche y que acojonado estaba el gato? Papi le dijo: ¿Ha llovido? La cara de mami fue un poema... 
Y yo, estirado, observando la situación. Y pensando: mami se quejará, pero siempre esta ahí. Y papi, a su lado. Así que los tres somos indestructibles. Así que me he prometido no volver a tener miedo. HE DICHO QUE ME HE PROMETIDO... que lo culpa, ya lo vereis... ¡MIAAUUUUU, MIAUUUU!!

Os dejo con una instantánea mía, que me hice el domingo a la tarde cuando me atreví a salir al patio. Los ruidos habían cesado y el solecito rico empezaba a brillar otra vez.


Lametones en la nariz a tod@s mis ciberamig@s. :)
Un mordisquito en los tobillos para el líder de Lozano's family. ;)

viernes, 13 de junio de 2014

DESOLÉ... MAIS... JE SUIS LE CHEF BUBI... ^^

Pues sí, creo que des del momento en el que he decidido poner orden en mi vida, todo fluye a las mil maravillas.
Ahora sigo una rutina que contrariamente a lo que podáis pensar, no se me hace agobiante ni aburrida. :)
Me suelo despertar a eso de las 6 am en mi sofá, me desperezo (patas traseras, patas delanteras durante unos segundos), para poder desentumecer mis cartílagos y tendones. Una vez hecho esto, abro con delicada ordinariez la puerta de la habitación de los papis. Voy al patio, desayuno una buena dosis de mi pienso reconstituyente y de un salto me acerco a la cabeza de mami, que no sé como quiere levantar el país si a las seis de la mañana sigue durmiendo (hay que ver que vagos sois los humanos). La despierto con algún toque, a veces he de subirme encima de la cabeza o lamber durante varios minutos su cara para que reaccione. Con papi no lo intento porque saca unos ruidos por la boca que me dan cangele... así que cuando duerme, como máximo me aposento en sus pies. 
Cuando consigo que por fin mami se levante (a veces tardan hasta 1 hora en hacer efecto mis acciones), le espero en el comedor en mi posición de caza para lanzarme a sus tobillos. Ahora se queja mucho, dice que si le hago daño en los tobillos, que si vaya con cuidado, que si soy un loco de la colina, hasta me llama ordinario. ¿Yo? ¿Ordinario? Siendo la viva estampa de la sutileza... 
Y luego... duermo. Juego un rato con mi pollo. Y vuelvo a dormir. Y así estoy yo, fuerte y descansado. Y en algunos ratos, mientras estirado contemplo las canaletas de la luz del comedor, pienso en mis recetas... e imagino como sería mi vida en la cité de la cuisine... ¡¡en mi querido París!! Seguro que como mínimo estaría trabajando en Maxim's... olalá!!! le chef Bubi... 
Pero vaya, por algo se empieza. 
El otro día por ejemplo vi a mami que estaba en la cocina, le pregunté que si podía ayudarla. Como os podéis imaginar, me miró y me acarició la cabeza. Osea, que no me entendió ni un solo maullido. (Debería estudiar idiomas, no todo en la vida es hablar inglés y francés).
Luego se fue. Y como dejó la cocina con algunos ingredientes y sé que era el aniversario de los papis, decidí improvisar y prepararles una cena sorpresa.
¿Que hice? Para comer unas berenjenas con atún gratinadas. Y de postre, buñuelos rellenos de crema de chocolate. Os explico como lo hice porque creo que me quedó riquísimo porque los papis... ¡¡¡chupaban hasta la bandeja de las berenjenas!!!!!
Ingredientes: 1 berenjena o 2 según su tamaño y los que vayais a comer. Yo os puedo asegurar que con dos comen tres personas tranquilamente. Luego hace falta atún. Espero que no os pase como a mi. Yo con el atún, pongo un trozo y me como 6... pero es una locura de sabores en mi rasposo paladar... jejejejeje. A lo que iba, además de las berenjenas y el atun, necesitaremos un poco de salsa de tomate (en este caso es recomendable que sea del frito). Yo en esta ocasión usé un poco que quedaba abierto. 
Una cebolla hermosona, oregano y sal.Y para la bechamel: leche, harina y aceite. ¡¡ Y queso rallado!! MIAUUUUUUUUU ^^
Para prepararlo: cogemos las berenjenas y las pelamos. Una vez listas, se cortan en rodajas finas (pero de arriba a bajo, no redondeadas). Yo parto la berenjena por la mitad y voy cortando de arriba para abajo.
Un vez están las berenjenas cortadas las ponemos con un poco de sal en una bandeja para que saquen el agua (unos 10 min)
Mientras tanto, cortamos la cebolla a cuadraditos o si la compráis congelada, coger dos buenos puñados. Cogemos una sarten, ponemos un poquito de aceite y pochamos la cebolla. Una vez veamos que empieza a dorarse un poco, echamos el atún. Vamos removiendo y los minutos le añadimos, un poco de sal, oregano y la salsa de tomate. Con medio vasito, yo creo que es suficiente. Pero según la cantidad que hagáis lo modificáis.
Una vez hecho esto, escogemos la bandeja que pueda ir al horno. Colocamos las berenjenas y por encima echamos la mezcla de atún. Preparamos la salsa bechamel, y la ponemos por encima. Para terminar, añadimos el queso rallado y ¡¡al hornoooo!.
Este es el aspecto que tenían mis berenjenas. Espero que os gusten y os atreváis a prepararlas. 


Por cierto, Tita Eli, anímate se hacen en 10 minutos y están que te comes hasta los bigotes...

¡¡Amig@s, sed felices!!

Mordisquitos en los tobillos.

Bubi, le chef.

jueves, 12 de junio de 2014

¿PASTELEAMOS O TRASTEAMOS?

Antes de nada, ni de avanzar un sola letra en este escrito, debo hacer una cosa... sino la hago seguramente me arda el pelo de remordimientos... Lo sé, lo siento, mis querid@s lectores. Llevo semanas enteras sin tener tiempo para practicar mis labores reposteras. No quiero justificarme, pero si me gustaría que entendierais que la vida gatuna, también puede llegar a ser estresante. :)
Últimamente he aprendido a trepar al armario... y es... ¡¡ALUCINANTE! Mi fortaleza vista desde arriba, es cuanto menos, impresionante. También aprendí a saltar al sofá y al suelo en tiempos muy cortos. Es súper divertido aunque mami dice que se estresa de verme correr tanto... humanos... en fin, no lo va a poder entender nunca... ¡pobrecita!!
Y lo mejor de todo fue hace unos días... mami se fue de casa, como de costumbre, pero olvido un botecito de cristal que he visto que se pone en los dedos y le quedan del color del frasco. Y mi instinto curiosón que no me permite tener el culo quieto, hice que me aproximará a ras de suelo, con mis orejas gachas tiradas hacía tras y después de unos minutos de meditación de como y por donde atacar a mi presa colorida, salté con tal energía que tiré el frasco al suelo, y con la mala pata que saltaron cristales y un liquido de color se desparramó por todo el suelo. Así me pasé media mañana, observando de lejos la manera de tapar el pequeño accidente. Pero viendo que la inspiración estaba tomándose unos mojitos en la playa, decidí irme a dormir. Pero cerca del sofá para no perder el campo de visión.
La pena fue que me quedé dormido más de lo que debía, y fue cuando apareció papi. Papi venía acalorado de la calle, y al ver que el suelo estaba cubierto por el dichoso liquido de color rosa brillante, me miró y en el mismo instante que me miraba pude ver como le salía una aureola de fuego alrededor de la cara... fue tal el miedo que me entró, que salí por patas. Pero papi, no contento con despertarme y darme ese susto, me vino a buscar y me espachurro el morro delante de los pedacitos de cristal que habían y sin que se le apagasen las llamas de la cara empezó a decirme: "marrano, marrano, pero que has hecho marrano, mira la que has liado, eres un marrano".
Me sentí fatal. Tampoco queda feo el sofá con un toque rosado, y además el suelo... ahora esta más limpio, así que papi tendría que entender, que les hice un favor. ¿Acaso en otra circunstancia hubieran fregado con un estropajo el suelo?
Estos humanos cada día me sorprenden más. Pero ¿sabéis? Visto que como explorador no soy como Dora, he decidido volver a mi profesión, a mi alma... y seguir pasteleando.
A demás, quiero aprovechar a desearle a mi admirado Darío Barrio, que allí donde esté, un feliz vuelo, y que nos guié de alguna forma a los jóvenes apasionados del mundo de la cocina.

Maulliditos para tod@s.
Bubi.

Por cierto, imagino que os quedareis embobados ante mi belleza y elegancia, pero deciros, que en breve dejo de ser un dulce kitty para pasar a ser un ¡¡sexy cat!! Recordar esta fecha: 26 de junio. El gran día. El día de mi transición. :)